Blog creado desde la indignación para expresar nuestra opinión sobre los medios y la sociedad actual.

lunes, 13 de abril de 2015

Mucho que aprender

Comienzo este nuevo trimestre con ganas renovadas y mucha motivación (fijaos cuánta, que incluso he vuelto a escribir, aunque sea brevemente). La razón de este chute de energía no es otra que haber pasado cuatro maravillosos días educando y aprendiendo junto a 59 personas más. A pesar de esto, me encuentro con que tener un grupo tan asertivo de gente a tu cargo parece ser la excepción.

El otro día, estuve hablando con una profesional de la enseñanza y me sorprendió al decir que tenía ganas de terminar el curso, que no disfrutaba dando su clase. Es muy duro escuchar eso, sobre todo viniendo de alguien que forma parte de un colectivo tan vocacional. ¿Qué está mal? ¿Los chavales? ¿El sistema educativo? La respuesta podría ser afirmativa en ambos casos, pero contestarlas no resuelve nada.

Es cierto que el sistema educativo tiene multitud de puntos débiles (que obviamente no me voy a poner a desglosar aquí) y también lo es el hecho de que parece que el alumnado se muestra cada vez menos entusiasta por adquirir conocimientos nuevos. Esto (ambos problemas) puede deberse a que se le da más importancia a la consecución de títulos y notas altas que al desarrollo personal e intelectual de cada estudiante.

A todo eso se tiene que enfrentar cada día el educador, y ya no hablo solamente del ámbito académico. Aquí es donde se ve un problema cuya solución está al alcance de nuestra mano. Se tiende a olvidar que los educadores (profesores, educadores sociales…) son personas igualmente y que también necesitan inyecciones de motivación y palmaditas en la espalda. Necesitan que de vez en cuando se les recuerde que lo están haciendo bien, que van por el buen camino o incluso les recuerden por qué decidieron estar ahí.

Esto sería un ejercicio de retroalimentación; un educador motivado es un educador que aporta, que innova y que empatiza con  sus educandos, los cuales, a su vez, animarían con su entusiasmo e interés al educador. Parece fácil, ¿verdad?

Y aquí llegamos a la parte motivacional del discurso. A todas esas personas que se dedican de una manera u otra a educar y formar a chavales (y, a veces, no tan chavales): no os dejéis vencer por el desánimo o la apatía, ni por las circunstancias en las que os toca trabajar. Sois gente dinámica, capaz, formada, de eso podemos estar seguros. Sabéis que siempre llega un momento en el que se toca la tecla correcta y todo empieza a funcionar.


Educandos, mostradles esa tecla. Tened iniciativa, sin miedo a decir qué os gusta, qué os molesta, qué cambiaríais. Construid vuestro ideal de educación, no estáis solos. Esto no es un monólogo, en el que un carca os cuenta lo que debéis saber, sino un diálogo en el que se habla de lo que podéis hacer. Tenéis el poder de hacer las cosas diferentes, de cambiar el mundo y, sobre todo, mucho que enseñarnos. Y tenéis grandes profesionales para guiaros.

miércoles, 6 de noviembre de 2013

¿Es la religión católica un lastre en España?



Hace unos días me encontraba, a las 9 de la mañana, en clase de Cultura y Mentalidad de la Edad Moderna, una asignatura interesante incluso en esa coyuntura. Esta vez, estuvimos hablando del platonismo, de Aristóteles, del empirismo y, finalmente, de religión. Llegados a este punto, surgió el debate de si la religión católica tenía una visión positiva del trabajo y del hecho de "ganarte el pan con el sudor de tu frente". Uno de mis compañeros, un señor de unos 60 años que asiste como oyente, afirmó rotundamente que esto no era así y remarcó la importante diferencia que existía entre los bancos españoles y los suizos. Nos contó que él había estado en Suiza y que allí la banca tenía un componente moral. No sé si esto será verdad o no, pero desde luego no es algo de lo que podemos presumir precisamente en España, de cuya banca no se habla bien ni en broma.

Esto (y el hecho de que el resto de mis compañeros se riesen ante la intervención del buen hombre) me llevó a reflexionar acerca de las diferencias de mentalidad entre España y el resto de Europa, o mejor dicho, con la Europa protestante. La verdad es que es una cuestión que ya me había planteado anteriormente: ¿de verdad influye tanto en el devenir histórico de un país su alineación con una religión o filosofía concreta? Para mí la respuesta es clara: sí.

Vamos a tomar un ejemplo concreto. Durante los siglos de colonización en América podemos ver claramente las diferencias entre el modus operandi de la católica España y, por ejemplo, los protestantes holandeses. El objetivo de estos últimos (sin entrar en el debate de los métodos y la explotación indígena por parte de las metrópolis) era puramente comercial, llegando a descuidar la seguridad de los predicadores, tratándolos como un asunto secundario. Por su parte, los jesuitas españoles gozaban de protección, prestigio y poder como abanderados de las misiones adoctrinadoras. ¿Marca esto algún tipo de diferencia más allá de la confesional entre ambos países? No hay más que comprobar cómo el papel hegemónico del Imperio español se ve desplazado en pos de una Holanda que tomaba las riendas del dominio del mundo.

Este mismo fenómeno podemos verlo en la actualidad, salvando las distancias. China (y otras potencias como India, Brasil, Sudáfrica o Rusia) ya se disputan el puesto de primera potencia mundial, relegando a Estados Unidos a un segundo plano. Después de su intervención en la Segunda Guerra Mundial, el papel que ha tenido el país americano ha sido el de mediador tras el desmoronamiento de la Vieja Europa, usando el poder militar y la coerción, tal y como en su día lo hiciese la España de los Austrias. Sin embargo, en un marco de relativa paz y concordia mundial, el poder económico vuelve a tener una mayor importancia y son los emporios los que realmente controlan el mundo hoy en día. Como los Países Bajos en el siglo XVII.

La conclusión que saco de este galimatías histórico es la importancia de los poderes económicos. Quien controla los medios de producción, lo controla todo, pero hay uno de ellos que para mí es determinante: el trabajo. Y aquí es donde retomo el debate de si una religión es importante o no y por ello recupero el ejemplo de China. De sobra es conocida la brecha cultural entre Oriente y Occidente, pero el aspecto que aquí me interesa resaltar es el del pensamiento filosófico-religioso.

Lo resumiré brevemente. Para, por ejemplo, un chino, el trabajo es lo más importante. Nada se consigue sin esfuerzo y superación personal. Desde Confucio han sido conscientes de que no hay nadie que vele por ti ni que te regale nada, que no hay atajo sin trabajo. En contraposición a un occidental (si puede ser cristiano, mejor) que todo lo encomienda a un Dios, que ha aprendido desde pequeño leyendo las sagradas escrituras que el trabajo fue el castigo del Señor por atreverse a probar la fruta prohibida del árbol de la sabiduría (vaya un Dios, que castiga el deseo de salir de la ignorancia). Pero sobre todo ha aprendido a no ser consecuente. Cualquier miembro de la Santa Iglesia Católica que haya cometido un pecado, una falta, puede resarcirse con la confesión y la oración.



En definitiva, volviendo a la cuestión de si influye o no en el desarrollo y devenir de un país su mentalidad, podríamos concluir que en efecto así es. El ejemplo de lo que ocurre en España me parece bastante representativo; un Estado tradicionalmente católico en el que la ambición por el trabajo no es (generalizando mucho) marca de la casa y donde sus dirigentes pueden equivocarse clamorosamente, que con rezar un par de padrenuestros estarán exentos de culpa.

No hablo de volverse oriental en todos los sentidos, pero en Occidente ya tuvimos a nuestro Confucio particular y sus palabras han sido tergiversadas y utilizadas para favorecer a dictadores y charlatanes. Sin embargo, de Karl Marx me quedo con la idea de que el trabajo es la esencia del hombre. Es hora de cambiar un poco la mentalidad si queremos igualarnos a esos países que emergen. Que no tengamos que esperar a que un dios castigue o premie, si no que seamos nosotros los que logremos ese equilibrio, esa equidad.


Igual que todos tenemos nuestros propios demonios, también tenemos nuestras propias deidades (y esto incluye al poderoso caballero Don Dinero), y no voy a ser yo, una simple y agnóstica mortal, quien va a rebatir eso. No es dejar de creer, es aprender a creer y no dejar que sean unos valores personales lo que vertebre toda una sociedad. Cada uno en su casa, y (su) Dios con él.

miércoles, 30 de octubre de 2013

El ideal del neorruralismo y el peligro de la cercanía con el Feudalismo

De lo aprendido en la serie Libres, y varias conversaciones con amigos y conocidos sobre el neorruralismo.

Pongámonos en una situación muy real para hablar del tema:

En el mundo en el que vivimos, y en el camino por el que vamos, el agotamiento de las fuentes de energías no renovables y de los productos básicos para la vida es un hecho. Un hecho que por mucho que lo neguemos, esta ahí, esperándonos a la vuelta de la esquina.

Siendo realistas, en unos años, la gente se dará cuenta que la vida no esta garantizada, cosa muy común en otras zonas del mundo, pero no en nuestro país (supuestamente) "primermundista".
Ese mundo de el que os hablo, no es muy lejano, ni en el espacio ni en el tiempo. En la serie Libres, una señora mayor dice que no entiende que es eso de los cultivos ecológico, que es lo que ella ha hecho toda la vida. Y tiene mucha razón, lo que ahora se trabaja como "neo", es algo no muy lejano, e incluso, en algunos sitios, cercano.

Un mundo en el cual tenemos que volver a cultivar y cazar para poder sobrevivir. algo difícil o imposible en la ciudad, y algo más fácil en el campo.

Y aquí es donde surgen los problemas: El número de habitantes del mundo es terriblemente superior al máximo sostenible. Mucha gente morirá, o bien por ignorancia a la hora de cazar o cultivar, cosas que ya no son necesarias en nuestra sociedad y no se enseñan. O bien porque cultivar tu comida no es lo mismo que comprarla, volver a la edad media es duro, muy duro.
Como en todos los sitios, una familia destacará sobre el resto, por que ha tenido suerte a la hora de elegir, o porque sabe vivir de la tierra. Seamos realistas, casi nadie sabe hacer fuego si no es con un mechero. ¿Cómo cocinaríamos entonces?
Desde este punto, ya hay alguien con ventaja. Triste, pero ya acabamos de hacer una jerarquía, ¡y sin saberlo!
Con el paso de los años, las cosas se calmarían, hablando científicamente, "la población se estabilizaría en número y funcionamiento". Seguramente hayan surgido muchas "tribus" o pueblos que han decidido juntarse para aunar fuerzas.
La sociedad, rota en el shock de habernos encontrado con la realidad al girar la esquina con el "mi familia primero" ha vuelto a nacer, no olvidemos, con jerarquía, con o sin asamblea, con o sin votos.
Habiendo ya unas sociedades creadas, parece que nada puede empeorar. Si se necesita algo, se hace un trueque, si tengo un problema, lo digo en la asamblea, si me quedo sin producción... ¿Muero?
Si algo es inherente a ser humano, es el instinto de supervivencia de la especie. Dejarse morir (y sobre todo, a tus hijos) no entra dentro de la cabeza de un humano. Pero si el matar.
Acabamos de crear la guerra, y solo porque la cosecha ha sido mala. Y con la guerra, vienen los ejércitos, y empezamos a separarnos de la tierra. Y habrá parte de los niños que serán educados en el "arte" de la guerra, y no en el cultivo y la caza...
Y claro, si la tribu de al lado se arma, ¿vas a quedarte tu indefenso? No, tienes que sobrevivir
Hemos creado lo ejércitos. El neorruralismo cada vez se parece más a la sociedad de la que partimos. Que asco, ¿no?

Pero como en todos los sitios (y gracias a quien haya que dárselas) habrá algún loco que esté en contra de la guerra, y lo dirá y gritará en la asamblea. Pero la supervivencia es la supervivencia. Y los niños que han sido educados para ser guerreros tienen muy fácil la decisión: Seguir a su líder (ese que creamos al saber hacer fuego)
Acabamos de crear al primer Noble. Y con los nobles suele venir el sistema Feudal. Y todo por que un jodido sabiendo sabía como hacer fuego...

Como somos los hombres, que se nos da la oportunidad de volver a la tierra, a la Pachamama, y vamos nosotros y creamos un sistema feudal... Pero esto es la humanidad, y sobre todo, esto es la naturaleza humana, el sobrevivir yo antes que el de al lado. ¿Quiere decir esto que es lo correcto?: NO. Lo natural es que si alguien te insulte, tu le insultes, lo correcto es no hacerlo. Quizás haya algo dentro de nosotros que nos obligue a que haya una jerarquía, y nadie pone dudas a que sin sociedad, dejamos de ser humanos.

A donde quiero llegar yo es, ¿Es humano el instinto de supervivencia, aunque implique la destrucción de otro humano?, ¿es inherentemente humano el imponer sus ideas?, ¿es algo natural el ser egoísta?

Todo apunta a ello, y con esto no quiero decir que toda la humanidad sea egoísta o necesite el tener a alguien encima y alguien debajo, todos sabemos que hay personas que se aguantan y no insultan a quien antes lo ha hecho.

Con esto no quiero criticar el neorruralismo, ni digo que todo tenga que terminar como yo he dicho, pero seamos conscientes de que es difícil, de que lo fácil es crear un ejército y matar a la tribu de al lado.
Aunque esto os pueda sonar a lejano, a que aún queda mucho, podemos aplicar mucho de lo dicho en nuestro día a día.

No seáis humanos, en los referente a su naturaleza, sed correctos.

miércoles, 23 de enero de 2013

Transparencia, ante todo, transparencia.

Por lo leído en esta noticia y mi molesta en general con el término "transparencia"

7,9 millones de € para la Familia Real Española durante este año. No está nada mal, tal como están las cosas. Luego sigues leyendo, y ves que es el presupuesto más bajo desde 2006. Cojona, ¿ Cuánto era antes? Y lo que es más jodido, ¿en qué se lo gastan? Por que en esta cantidad no entran "ni los viajes (que los paga el Ministerio de Asuntos Exteriores) ni la seguridad (que asume Interior), ni los vehículos (Hacienda) ni el mantenimiento del palacio de La Zarzuela y los Reales sitios, de los que se encarga Patrimonio Nacional."
Para mi no hay mayor prueba de despilfarro. Nos piden que nos apretemos el cinturón, que la vaca esta flaca, mientras nos tapan los ojos con una educación de mierda y sacan litros y litros de leche por la parte de atrás  (a veces en forma de sobres, ¿eh Bárcenas, cabronazo?)
Ya no solo nos piden austeridad, sino que piden transparencia. ¡Transparencia! Si señor, con un par. Transparencia para el autónomo, no sea que degrade 1.000€... y ¡arruine España! (con lo bonita que es siendo Una, Grande y Libre...) ¿Pero y el rico? ¿Y el político? ¿Y el evasor fiscal? A esos los dejamos, y montamos una ley de p*uta madre que haga que vengan todos los evasores, y les blanqueamos el dinero. Así, a lo Nacho Vidal, pero sin el vaso de tubo.

Pero amigos, seamos sinceros. ¿que esperábamos? ¿La solución de la crisis con las mismas medidas que el anterior gobierno, pero más antisociales? ZP y Rajoy son el mismo perro, con distinto collar pero mismo dueño: El mercado (ese gran desconocido).
Y ahora, voy a resumir todo lo escrito en una foto. ATENCIÓN: Sensibles de corazón, o gente a la que les queda muy poco para jartarse a tortas con el primer político que vea: No miren la foto.
"Destrucción de documentación confidencial". Curioso, ¿no? A mi me lo parece. Me parece que pedir transparencia a la vez que hacen esto es como pedir que enciendan la luz en una habitación para ver que todos estamos limpios y que ellos salgan fuera. 
Vale, la foto es del 2009, ahora la furgoneta irá de madrugada, o la empresa "ECOGESMA" ahora ha sido contratada directamente por el gobierno, puede que hasta con despacho propio y todo. Me imagino la situación:
 -Hola Paco, mira, venía a ser transparente. 
-Si si, pase. Siéntese, va después del Señor Ministro y del Tesorero de Partido.
Y cada vez son más los sinvergüenzas que nos han pedido austeridad y que se ha descubierto que han robado, o han tenido sobresueldos. Recuerdo cuando un político japonés fue sospechoso de corrupción. Dimitió al instante. (luego se descubrió que era inocente) Aquí te puedes presentar a las elecciones, y salir por mayoría absoluta, a pesar de ser algo más que una sospecha lo que se tiene sobre tu caradura. Y, próximamente  hasta podrán dirigir un banco. No sea que termine su carrera política, y no tenga a donde ir a robar. ("De empresa a empresa y las arruino por que me toca" -Rato-)
Esto es como cuando ZP mejoró las cárceles de España, por si algún día terminaba en ellas, ahora este Gobierno allana el terreno para poder dirigir un banco a pesar de ser un corrupto (perdón por la redundancia de político y corrupto).

Ahora, lector, solo te pido una cosa: Despierta. cabreate, que suene tu sangre hirviendo. Ahora tranquilízate  y cambia lo que no te gusta de este mundo, que, por desgracia, no es poco.

martes, 22 de enero de 2013

Entropía, caos y qué hacer con tu vida.

http://www.accioncontraelhambre.org/blog-olivier/wp-content/uploads/2011/03/2011-03-11T112904Z_01_SIN012_RTRIDSP_3_JAPAN-QUAKE.jpg
"Some men just want to watch the world burn".




entropía. (Del gr. ἐντροπία, vuelta, usado en varios sentidos figurados).
1. f. Fís. Magnitud termodinámica que mide la parte no utilizable de la energía contenida en un sistema.
2. f. Fís. Medida del desorden de un sistema. Una masa de una sustancia con sus moléculas regularmente ordenadas, formando un cristal, tiene entropía mucho menor que la misma sustancia en forma de gas con sus moléculas libres y en pleno desorden. *

“En termodinámica, la entropía (simbolizada como S) es una magnitud física que, mediante cálculo, permite determinar la parte de la energía que no puede utilizarse para producir trabajo. Es una función de estado de carácter extensivo y su valor, en un sistema aislado, crece en el transcurso de un proceso que se dé de forma natural. La entropía describe lo irreversible de los sistemas termodinámicos. La palabra entropía procede del griego (ἐντροπία) y significa evolución o transformación.” **


caos. (Del lat. chaos, y este del gr. χάος, abertura).

3. m. Fís. y Mat. Comportamiento aparentemente errático e impredecible de algunos sistemas dinámicos, aunque su formulación matemática sea en principio determinista. ***


Según estas definiciones, podemos decir entonces que la entropía, entre otras cosas, es la tendencia de un sistema a desordenar sus elementos. Por otro lado, el caos es el comportamiento impredecible de ese sistema. Debido a la imposibilidad de conocer todas las variables que definen variaciones, es imposible conocer con total exactitud acontecimientos futuros. Por ende, obtenemos como resultado un sistema caótico en el que cualquier evento del universo, por insignificante que sea, tiene el poder de desencadenar una ola de eventos que altere el sistema completo.

En el universo, la energía tiende a distribuirse por todo el espacio en busca del equilibrio, de la estabilidad; lo que da lugar a un gran desorden, a la entropía, y el caos. Cuando tiramos un plato o una piedra contra la pared, esta se rompe y se divide en un montón de pequeñas partes. A gran escala sucede lo mismo. Las catástrofes naturales, la muerte, incluso las malas acciones, que interrumpen la aparente estabilidad del cosmos, no son mas que el reflejo del esfuerzo de la naturaleza por encontrar su máximo equilibrio.
Sin embargo, la vida, nuestra vida, la sociedad, con sus leyes y sus ordenes establecidos, es el conflicto de la individualidad contra la universalidad. Es el “yo”, el egoísmo innato de cada criatura de la naturaleza, nuestro instinto de supervivencia. Nuestro (concepto de) caos es entropía. Nuestro caos es el orden del cosmos. Cuando suceden acontecimientos caóticos, es el mundo siendo entrópico. Entendamos, por tanto, que es la sociedad la que desarrolla una lucha contra la tendencia del mundo. Se trata de un proceso natural.
Llegará un día en que la sociedad, los seres humanos, incluso los animales y plantas, no existan, y todos formaremos parte del mismo polvo o la misma materia que forme el mundo.

Y a pesar de ello y contra todo pronóstico, en un sistema en el que la vida no parece tener un gran sentido, aún tienes un fin. Hasta que muera el último hombre sobre la faz de la Tierra, el ser humano va seguir sobreviviendo, es su naturaleza, y nuestra tarea no es otra que contribuir. Contribuye a la supervivencia, a la convivencia. Descubre lo que queda por descubrir, inventa lo que está por inventar, escribe y habla de lo que jamás nadie lo ha hecho. Olvida el futuro lejano, inexistente e incierto. Y piensa mas en el presente, sin olvidar el mañana, el futuro mas cercano, mas humilde. No le des tanta importancia a las cosas malas, son naturales, inevitables e irreversibles. Y recuerda el famoso proverbio “Si un problema tiene solución ¿por qué te preocupas? Y si no tiene solución ¿por qué te preocupas?”. Satisface tus gustos y objetivos, haz lo que tú quieres hacer y menos lo que se supone que deberías. Se hedonista por momentos. Disfruta lo que haces y haz gozar a los demás. Y vive y deja vivir, porque en este mundo entrópico la mejor opción es aferrarnos a nuestros valores, nuestra moral, y la felicidad.




Fuentes:
* RAE 
** Wikipedia
*** RAE

domingo, 20 de enero de 2013

ESTE NO ES UN POST NI DE IZQUIERDAS NI DE DERECHAS


No lo es. La denominación "izquierda" y "derecha" ha cambiado tanto a lo largo de estos 224 años que ha perdido toda significación. Estos términos son obsoletos para los tiempos que corren. Yo lo cambiaría por políticas "pro-personas" y políticas "pro-materiales". No son necesariamente respectivas. Como he dicho, las cosas han cambiado mucho desde que aquel verano de 1789 un grupo de "indignados" tomó la Bastilla. Desde entonces en Europa hemos sufrido el paso de dos grandes guerras y de grandes crisis como la actual. De cara al mundo, la cosa no ha estado mejor. Dos siglos y pico dan para mucho y la humanidad se ha degradado tanto que lo que se disfraza de crisis económica (comparable en esos términos al Crack del 29) no es más que una crisis de valores.

Para empezar, me gustaría recalcar la diferencia entre capitalismo y materialismo. El capitalismo es un sistema económico que puede funcionar más o menos, mejor o peor. El materialismo es un sistema de valores que se basa en la consecución de bienes materiales y su acumulación masiva, sin importar las consecuencias de estas acciones. No vivimos en un mundo capitalista señores, vivimos en un mundo materialista. Marx ya intentaba marcar esta diferencia, pero él siempre relacionó ambas cosas. Para mí, un capitalista es ese autónomo que se levanta temprano, abre su tienda y ofrece sus productos a terceras personas que le pagarán por su trabajo. El materialista es aquel que se levanta, compra todo lo de la tienda, roba lo del establecimiento de al lado y si viene alguien pidiendo se lo oculta o se lo vende por el doble.

El problema viene cuando, además, esta clase de sujeto adquiere un poder y responsabilidad que le dan mayor autonomía para llevar a cabo sus actos. El poder le corrompe (más si cabe) y la responsabilidad le viene grande. Si alguien pide explicaciones, es culpa del que estuvo antes. Si se reclaman ayudas sociales, primero evalúa qué le reporta a él. Generalmente, este tipo de persona es un mediocre, que siempre tiene a alguien por encima de él y por debajo un puñado de personas más capaces, pero desinformadas. Un tipo que no vale para gobernar (y esto significa guiar y dirigir a un grupo de gente hacia un bien común) pero tampoco para ser gobernado, pues jamás pensará en algo que no sea su ego.

Creo que en la actualidad no hay ni un solo líder que represente el ideal de gobernante o que siquiera se acerque. Dictaduras que se disfrazan de democracias, idiosincrasias caducas que aún coletean, sujetos acomodados que prefieren dejarse hacer y, lo peor de todo, ese materialismo que se deja sentir en cada rincón. Como si de la gran peste de 1348 se tratase, se propaga por el mundo a través de Internet, la televisión, la prensa (que no digo que sean malos en sí mismos, sino que se utilizan en nuestra contra). Gana el morbo a la transparencia. Se trivializan los temas importantes o se imponen tabúes absurdos. Y los jóvenes no quieren aprender y los viejos no quieren enseñar.

Los de arriba se mantendrán impasibles hasta que les llegue de frente una gran masa, pero no ciega y vociferante, guiada por mediocres con intereses propios, como lo fue siempre. Esta vez, las claves residen en la tolerancia, el conocimiento y la autocrítica. Con estos tres valores, esa masa puede convertirse en algo más grande, más legítimo, más convincente. No hace falta que todos busquemos lo mismo, sólo que nos respetemos, porque al término de todo está el bien común. La libertad. Y la libertad no es de izquierdas ni de derechas. Es de las gentes. 

miércoles, 16 de enero de 2013

¡Buenos días Prejuicios!

DRAE: prejuicio.
1. m. Acción y efecto de prejuzgar.
2. m. Opinión previa y tenaz, por lo general desfavorable, acerca de algo que se conoce mal.

¡Buenos días, Prejuicios! ¿Aun no hay practicado esta maravillosa y fácil forma de pensar?
Los prejuicios fueron creado en la época antigua, por los grandes pensadores(1) para facilitar el trabajo del pensamiento de las grandes masas de gente que no les apetecía hacer el ejercicio mental de pensamiento.

Un prejuicio es una función útil del pensamiento que nos ayudan a "ordenar" lo que está desordenado, ya sean personas, ideas, cosas, los movimientos sociales e incluso las noticias y la historia. Bueno, en definitiva TODO lo real que requiere un pequeño ejercicio intelectual. por ejemplo:

-Si vemos a una persona con una ropa rota, mal peinada y que va con un perro caminando por la calle, tenemos que pensar evidentemente que o es un vagabundo o como mucho un perroflauta, ese tipo de personas que creen en los derechos los animales, en el vegetarianismo, en el feminismo y en la posiblidad de que se acabe el hambre en el mundo.
-Así como una persona bien peinada, trajeada, y que porta un maletín en su haber, será seguramente una persona importante, bien hablada, con muchos estudios o al menos con un salario que nos haría tumbarnos del susto a cualquiera de nosotros. Seguro que es el Real Madrid o del Barça, al menos de equipos importantes, igual le gusta ir a los ruedos a ver el arte(2) del toreo y fiel militante del PP.



¡Ay prejuicios! De cuantas batallas dialécticas nos libras, ese ahorro semántico y reflexivo. No seríamos personas corrientes si no te usaramos con tal asiduidad.

Gracias(3) por estar ahí, por librarnos del pensamiento y sobre todo por ser solución a cosas que no han de ser reflexionadas como:

¿Se puede cambiar de pensamiento sin ser un "chaquetero"?
¿Es posible corregir el pensamiento?
¿Si estamos de acuerdo con UNA idea nos convertirmos a lo que un partido político/grupo social/asociación/etc. piensa?
Si una persona está en contra de una idea tuya, es evidente que está en contra tuya.
Etc. (Y para qué vamos a seguir si total tenemos los prejuicios como arma)




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(1)Esta historia es completamente falsa, inventada, para dar dramatismo.
(2) Algunos le llaman asesinato.
(3) Post Inspirado tanto en la filosofía del libro "Si te gustan las rubias, eres un machista" como en el argumento. Escrito por Juan Antonio Espeso "Randy".